Un año nefasto: tres periodistas asesinados en el Perú

El CPP, la ANP y el IPYS solicitamos al Estado el traslado del periodista Mitzar Castillejos a una UCI en Lima tras el ataque que sufrió

El presente año cierra con sangre en el periodismo peruano: tres periodistas asesinados. A Gastón Medina, en Ica, y a Raúl Celis, en Iquitos, se sumó la semana pasada Fernando Núñez, en La Libertad. 

Núñez volvía a casa con su hermano, también herido de gravedad, luego de una cobertura. El periodista era director del portal informativo Kamila TV. Venía investigando presuntas irregularidades en obras de infraestructura en el distrito de Guadalupe, en la provincia de Pacasmayo.

Para el Consejo de la Prensa Peruana, la Asociación Nacional de Periodistas del Perú y el Instituto Prensa y Sociedad, este último caso debe ser investigado por la Fiscalía –como los dos primeros– como un potencial atentado a los derechos humanos, por tratarse de un asesinato que tendría como móvil el trabajo periodístico de la víctima. El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Pierre Manigault, señaló que, en caso de quedar impune, se enviaría “un mensaje devastador para la sociedad y un aliciente para que estos crímenes se repitan”. 

A los pocos días del asesinato de Núñez, dos sicarios intentaron asesinar al periodista Mitzar Bato Castillejos, conductor de Radio Latín Plus y director del portal informativo en redes sociales Bato a Informarte Noticias, en la región de Ucayali. De los cinco disparos, tres impactaron en el periodista, que sobrevivió al ataque. Castillejos venía investigando presuntas irregularidades en la gestión municipal de la provincia de Padre Abad. Su salud viene agravándose, por lo que las organizaciones firmantes solicitamos a los ministerios de Salud, Interior y Justicia y Derechos Humanos que sea trasladado a una unidad UCI en Lima.

El CPP, la ANP y el IPYS exigimos que los crímenes cometidos contra Medina, Celis y Núñez, y el atentado contra Castillejos, sean investigados con la agudeza que merecen y que todos sus responsables enfrenten severas sentencias.